Octubre 2022

Espacio de reflexión para acompañar el crecimiento de nuestros hijos.

Este mes les proponemos los siguientes temas:

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Las fiestas de adolescentes

Como padre o madre, se debe reconocer la importancia de la vida social de su adolescente y saber que las fiestas son un modo de socializar y relajarse. Pero una fiesta sin supervisión o mal planeada puede traer consecuencias indeseables o incluso trágicas. La responsabilidad paterna es la clave para disfrutar de una fiesta divertida y sin peligros.

La American Academy of Pediatrics le ofrece la siguiente información importante sobre las fiestas de adolescentes.

Datos sobre las fiestas de adolescentes

  • Cuando un adolescente planea una fiesta, la noticia vuela a través de las redes sociales y pueden llegar a ser demasiado grandes como para que los padres puedan controlarlas.
  • Las fiestas de adolescentes suelen comenzar tarde en la noche e ir pasando de una casa a otra.
  • Los adolescentes a menudo esperan encontrar alcohol y marihuana en las fiestas. Algunos padres creen que es preferible dejar que los adolescentes beban en su propia casa donde puedan estar protegidos. Aunque las intenciones sean buenas, la idea es totalmente insensata. No es posible proteger a un adolescente cuyo juicio esté afectado.
  • El alcohol y las drogas alteran el buen juicio. Los adolescentes son más propensos a tener sexo, involucrarse en incidentes violentos o sufrir una lesión después de usar drogas o alcohol.

Lo que necesitan saber los padres

 

La comunicación y la honestidad son importantes para proteger a su adolescente. Los adolescentes cuyos padres les hablan regularmente acerca de las drogas y el alcohol son 42% menos propensos a usar sustancias que aquéllos cuyos padres no lo hacen. Habla con tus hijos, diles que esperas que no beban alcohol ni usen otras drogas en las fiestas.

Las redes de padres son la mejor herramienta de prevención contra el uso de alcohol por parte de menores. Procura conocer a los amigos de tus hijos y a sus respectivos padres. Si tu adolescente está planeando ir a una fiesta, llama a los padres para constatar que estarán en casa y que no permitirán el uso de drogas ni de alcohol. Si esto no es posible, no le des permiso a tu adolescente de ir a la fiesta.

Los padres son legalmente responsables de cualquier cosa que le ocurra a un menor al que se le ha servido alcohol u otras drogas en su casa. Si alguien lleva alcohol u otras drogas a tu casa, debes ponerte en contacto con los padres del chico. Y si alguien llega a su casa estando ya intoxicado, asegúrate de que regrese a su casa de modo seguro. Asimismo, ayude a su adolescente a que también se sienta responsable de esto.

Los padres pueden asumir responsabilidad criminal o civil si...

  • Se le da alcohol a un menor en una fiesta que ellos han organizado.
  • Se producen daños a la propiedad de alguien.
  • Alguien resulta herido.
  • Alguien sale de la casa y sufre un accidente de auto y/o lastima a alguien más.
  • Alguien muere

Si vas a tener una fiesta de adolescentes en tu casa...

  • Planea las cosas con anticipación. Repasa los planes de la fiesta con tu adolescente. Anímalo a planear actividades o juegos en los que no esté el alcohol de por medio.
  • Limita el número de asistentes: de 10 a 15 adolescentes por cada adulto. Asegúrate de que en todo momento esté presente al menos un adulto. Si es necesario, pide a otros padres que vengan a ayudarte.
  • Haz una lista de invitados. La fiesta sólo debe ser para invitados. No permitas la entrada a personas que no han sido invitadas. Esto evitará que la fiesta sea "de puertas abiertas".
  • Establece la hora en que comienza y termina la fiesta.
  • Establece las "reglas" de la fiesta y sus expectativas. Coméntalas con tu adolescente antes de la fiesta. Las reglas deben incluir lo siguiente:   o No habrá tabaco, alcohol ni otras drogas.
      o Nadie podrá irse de la fiesta y luego volver.
      o Las luces estarán prendidas todo el tiempo.
      o Algunas habitaciones de la casa estarán vedadas.
  • Ten suficiente comida y bebidas no alcohólicas. Además, coloca bajo llave tus bebidas alcohólicas y medicinas tanto recetadas como de venta libre.
  • Estar presente pero sin estorbar. Elije un lugar desde donde pueda ver lo que está pasando sin interponerse.

Si tu adolescente va a ir a una fiesta...

  • Debes saber adónde va a ir y cuánto tiempo estará allí. Obtene el número telefónico y la dirección de la fiesta. Pídele que te llame si el lugar de la fiesta cambia. No olvides decirle a tu adolescente dónde estarás tu durante la fiesta.
  • Llama a los padres que ofrecerán la fiesta para confirmar que estarán presentes todo el tiempo supervisando la fiesta. Asegúrate de que no se permitirá el uso de tabaco, alcohol y otras drogas.
  • Habla con su adolescente de antemano sobre cómo enfrentarse a una situación en la que hay alcohol en una fiesta.
  • Asegúrate de que su adolescente tenga cómo ir a la fiesta y volver a casa. Facilítale la salida de la fiesta haciendo énfasis en que puede llamarte en cualquier momento para que lo busques. Comenten en qué casos debería hacer esa llamada.
  • Recuérdale que NUNCA debe ir en un auto conducido por alguien que ha estado bebiendo o usando otras drogas.
  • Mantente despierto(a) cuando tu adolescente llegue a casa. Así podras verificar la hora de llegada y hablar con tu hijo/a acerca de los sucesos de la noche.
  • Si tu adolescente se va a quedar a dormir en la casa de un amigo o amiga después de la fiesta, verifica esto con los padres del amigo y cerciórese de que ellos estarán en casa.

Fuente:
A Parent's Guide to Teen Parties (Copyright © 2010 American Academy of Pediatrics)

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9 claves para trabajar el liderazgo familiar

Es muy habitual escuchar que los padres deben ser un ejemplo para sus hijos, y así es. Que se conviertan en el modelo aprendizaje a seguir, en sus referentes y en sus líderes. Pero ¿cómo conseguirlo?

Educar en positivo genera un espacio saludable de relación entre la familia

Durante muchos años, la figura de los padres en la familia ha estado basada en el autoritarismo. La relación con los hijos se basaba en dar órdenes, en la mayoría de los casos sin explicación alguna. Los padres ordenaban y los hijos obedecían.

Este estilo educativo dio un giro importante hace algunos años, puesto que muchos padres vieron que no era la mejor manera de educar. Surgió entonces el estilo permisivo, basado justamente en lo contrario, en dejar la libertad máxima.

Después llegó el estilo democrático, en el que la base es exigir con cariño. Marcar órdenes, normas y límites, pero de manera razonada, dialogada y teniendo en cuenta a los hijos. Es en este estilo educativo familiar donde se percibe la importancia del rol de los padres como líderes de sus hijos.

El liderazgo está basado en la implicación de las personas y en la participación y colaboración en equipo. Es la capacidad de influencia interpersonal junto a la capacidad de guiar, conducir y mostrar el camino a todos los miembros de la familia.

El liderazgo pone el énfasis en los factores emocionales de las personas a las que se lidera y no sólo en los resultados que deba lograr, con independencia del camino que siga para lograrlo. Se centra más en la propia persona. Para ello, se debe apostura por un “Liderazgo Transformacional” (Bernard M. Bass, 1985).

El liderazgo Transformacional

Este estilo marca una serie de requisitos que todo padre y madre debe tener para lograr liderar con éxito una familia y a cada uno de sus hijos:

1. Carisma

Ser capaz de entusiasmar a nuestros hijos, trasmitir confianza y respeto. Ser honesto y mostrar coherencia. Unos de los puntos que producen una desautorización moral es la falta de coherencia. Muchos padres tienden a exigir a sus hijos ciertos comportamientos o conductas que luego ellos mismos no llevan acabo con su ejemplo.

2. Consideración individual

Es muy importante prestar atención personal a cada uno de los hijos de modo individual y personal. Hay que hacerles sentir a cada uno de ellos importantes y siempre valorados.

3. Empatía

Hacer todo lo posible por comprender a cada hijo y ponerse en su lugar antes de juzgar su postura o valorarla.

4. Estimulación intelectual

Un líder positivo debe ser capaz de estimular cognitivamente a las personas que le rodean. No se trata solo de dar órdenes y que ellos obedezcan y las ejecuten, sino que deben implicarse entender lo que le piden y aprender a dar solución a los problemas que puedan surgir.

Esta actitud de participación e implicación por parte de los hijos implicará un mayor cumplimiento de las normas y un mejor comportamiento. Les promueve la corresponsabilidad, muy importante para salir de la individualidad tendente del ser humano.

5. Gestión de emociones

Para el bienestar personal de cada miembro de la familia, es fundamenta contar con un buen clima familiar que genere un estado de bienestar saludable.

6. Inspiración

El líder siempre debe proyectar optimismo y entusiasmo. A pesar de que las circunstancias no siempre sean favorables, se debe contagiar positivismo e ilusión y evitar la desmotivación, a pesar de que existan preocupaciones.

No significa que no sea positivo transmitir la realidad a los hijos cuando existe alguna preocupación o un problema. Es muy importante que sean conscientes de los problemas que puede haber en la vida, pero no es lo mismo mostrarlos con falta de control, debilidad y sin saber cómo afrontarlos que hacerlo con serenidad y transmitiendo seguridad y confianza.

Para los hijos, sus padres son el pilar y si ven que ese pilar se derrumba o se tambalea, les afectará directamente.

7. Implicación

Esta implicación tiene que ser constante y debe de hacerse contagiando ilusión. No solo se debe centrar el esfuerzo en el momento y en el presente sino que es importante tener una visión de futuro y contar con una ilusión por la que luchar.

8. Tolerancia psicológica

La educación de los hijos y la propia vida suponen muchas motivaciones e ilusiones, pero a su vez puede implicar complicaciones, dificultades y baches que hay que saber superar. Estas situaciones pueden suponer un estrés importante, por lo que hay que saber adaptarse y saber gestionarlo.

En ciertas ocasiones, el líder debe ser capaz de utilizar el sentido del humor para resolver conflictos o conducir momentos incómodos. Se debe ser tolerante y condescendiente con los errores. No se puede estar siempre de mal humor, ni con enfrentamientos constantes por los errores que surjan tanto personales como de los demás.

El error hay que tomarlo como algo positivo porque significa que se está intentando e intentarlo implica avanzar. Cuando suceden se debe analizar la causa por la que han sucedido y poner las soluciones pertinentes.

9. Participación

Este aspecto ha dado un giro importante dentro de la familia, puesto que se apostaba por la figura de los padres como los principales protagonistas, pero lograr que los hijos participen y se impliquen para trabajar de manera unida, como un equipo, genera una conexión inexplicable y un sentimiento de pertenencia y de identidad indisoluble.

Teniendo en cuenta todos estos aspectos señalados, un líder o lideresa debe ser capaz de dedicar una atención personalizada a cada miembro del equipo y sacar lo mejor de cada uno de ellos haciéndoles crecer y superarse.

Fuente:
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Fecha publicación: Septiembre 2021
Autora: María Campo Martínez
Pedagoga / España
Licenciada en Pedagogía. Diplomada en Magisterio de Educación Infantil. Asesora de Eduka&Nature.

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Ayudar a los chicos a sobrellevar los grupos cerrados

¿Qué es un grupo social cerrado?

La amistad es una parte importante del desarrollo de un niño. Tener amigos ayuda a los niños a ser independientes con respecto a sus familias y los prepara para las relaciones de confianza mutua que esperamos que sepan establecer cuando sean adultos.Los grupos de amigos guardan importantes diferencias con los grupos cerrados o "camarillas".

  • Los grupos de amigos se basan en intereses compartidos, el deporte, las actividades, las clases, los barrios o, incluso, las conexiones familiares. En los grupos de amigos, sus integrantes son libres de socializar y salir con personas ajenas al grupo sin preocuparse por ser expulsados de él. Es posible que no lo hagan todo juntos, y ya está bien que sea así.
  • Los grupos cerrados o camarillas a veces se forman en torno a intereses comunes, pero las dinámicas sociales son muy diferentes. Se trata de grupos "exclusivos" y "excluyentes". Suelen estar bajo el control estricto de los líderes, quienes deciden quién está "dentro" y quién está "fuera". Los niños del grupo cerrado hacen la mayoría de las cosas juntos. Quien tenga un amigo fuera del grupo cerrado puede sufrir el rechazo de los demás miembros del grupo o ser ridiculizado por eso.
    Los integrantes del grupo o camarilla suelen seguir las reglas del líder, sea llevar una ropa en particular o hacer determinadas actividades. Los grupos cerrados suelen implican seguir muchas reglas (implícitas o claramente manifiestas), así como una fuerte presión para seguirlas.
    A los niños que forman parte del grupo les suele preocupar si seguirán siendo populares o serán expulsados del grupo por haber hecho o dicho algo incorrecto, o por no vestirse de determinada forma. Esto puede generar mucha presión. Los niños se pueden ver presionados a correr riesgos, como robar, hacer bromas o acosar a otros niños para seguir formando parte del grupo cerrado. Los niños también se pueden sentir presionados a comprarse ropa cara o a participar en chismes o burlas por internet.
    Los grupos cerrados suelen tener su máxima expresión en la enseñanza secundaria, pero los problemas con este tipo de grupos pueden empezar tan pronto como en 4º o 5º curso.

Cuando los grupos cerrados causan problemas

Para la mayoría de los niños, los años de la pre-adolescencia y de adolescencia son un momento para determinar cómo quieren encajar e integrarse y cómo quieren destacar. Es normal que los niños se sientan inseguros de tanto en tanto; que deseen ser aceptados; y que se junten con los niños que parezcan ser más atractivos, más enrollados o más populares.

Pero los grupos cerrados pueden provocar problemas duraderos cuando:

  • los niños se comportan de un modo que les resulta conflictivo o que saben que es incorrecto solo para complacer al líder y seguir perteneciendo al grupo.
  • el grupo cerrado se vuelve antisocial o se convierte en una pandilla con reglas insanas, como adelgazar o acosar a los demás por su aspecto, discapacidad, raza o grupo étnico de pertenencia.
  • un niño es rechazado por el grupo cerrado y se siente apartado y solo.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

A medida que los niños comienzan amistades y se involucran en grupos, los padres pueden hacer mucho para apoyarlos. Si su hijo parece descontento o está angustiado o, de repente, empieza a pasar tiempo a solas cuando solía ser muy sociable, pregúntele qué le pasa.

Aquí tiene algunos consejos:

  • Hable sobre sus propias experiencias. Comparta sus propias experiencias en la escuela (los grupos cerrados llevan existiendo desde siempre).
  • Ponga el rechazo en perspectiva. Recuérdele a su hijo los momentos en que él se ha enfadado con sus padres, amigos o hermanos, y lo deprisa que pueden cambiar las cosas.
  • Informe a su hijo sobre las dinámicas sociales. Tenga en cuenta que la gente suele ser juzgada por su aspecto o por su forma de actuar o de vestir, pero que a menudo la gente es cruel y le gusta hacer de menos a los demás por una falta de confianza en sí misma, que trata de ocultar manteniendo el control.
  • Busque relatos que guarden relación con los grupos cerrados. Muchos libros, programas de televisión y películas retratan a personas marginadas que triunfan a pesar del rechazo y que dejan convincentes mensajes sobre la importancia de ser fiel a tu propia naturaleza y el valor de ser un buen amigo, incluso en situaciones sociales difíciles. Para los niños en edad escolar, libros como "La Ballena", de Judy Blume, ilustran lo rápido que pueden cambiar los grupos cerrados. Los niños mayores y los adolescentes pueden sentirse identificados con películas como "Chicas Malas", "Angus", "El club de los cinco" y "Fuera de onda".
  • Fomente las amistades fuera de la escuela. Haga participar a su hijo en actividades extraescolares (si aún no lo ha hecho hasta ahora), como clases de arte, deportes, artes marciales, equitación, idiomas, o cualquier actividad que les dé la oportunidad de formar otro grupo social y de desarrollar nuevas habilidades.
    Si su hijo forma parte de un grupo social cerrado y uno de sus miembros se está metiendo con los demás o los está rechazando, es importante abordar este tema cuanto antes. Los programas de televisión, los concursos y la tele-realidad, donde se glorifica el mal comportamiento no hacen más que dificultar la tarea de las familias de promover la amabilidad, el respeto y la compasión.
    Hable sobre el papel del poder y el control en las amistades y trate de entender por qué su hijo se siente obligado a estar en esa posición. Comente con él quién está dentro y quién está fuera, y qué ocurre cuando un niño está fuera (¿lo ignoran, lo rechazan, lo acosan?). Anime a su hijo a pensar y a hablar sobre si está orgulloso de la forma en que actúa su grupo cerrado cuando está en su centro de estudios.
    Pida a los profesores, orientadores escolares y el personal de la dirección del centro su opinión sobre lo que está ocurriendo dentro y fuera de las clases. Los más probable es que le puedan informar sobre cualquier programa que haya en la escuela para abordar el tema de los grupos cerrados y ayudar a que los niños con diferencias las sepan sobrellevar.

Fomentar las amistades saludables

He aquí algunos consejos para facilitar que los niños tengan amistades saludables y que no se obsesionen tanto con pertenecer a grupos cerrados:

  • Encuentra el encaje adecuado, en vez de limitarte a encajar. Anime a su hijo a pensar qué valora y qué le interesa, y en qué medida ambas cosas se ven reflejadas en su grupo de pertenencia. Hágale preguntas tales como: ¿Cuál es el principal motivo de que quieras formar parte de ese grupo? ¿A qué te tendrás que comprometer? ¿Merece la pena? ¿Qué harías si el líder del grupo insistiera en que te portaras mal con otros niños o hicieras algo que no quisieras hacer? ¿Dónde está el límite entre divertirse y bromear y burlarse y acosar a los demás?
  • Atente a tus propios gustos. Si a su hijo siempre le ha encantado tocar el piano pero súbitamente lo quiere dejar porque esta actividad se considera poco "aceptable", hable con él para intentar resolver esta situación. Anime a su hijo a participar en actividades con las que disfruta y que le ayudan a ganar seguridad en sí mismo.
  • Forma círculos sociales abiertos y compuestos por gente diversa. Incentive a su hijo a hacerse amigo de personas de diferentes ambientes, orígenes, edades e intereses con quienes se sienta a gusto y se lo pase bien. Dele el ejemplo usted mismo en la medida de lo posible, teniendo amigos y conocidos de diferentes edades, ambientes y tipos.
  • Habla claro y da la cara. Si su hijo está preocupado o se siente presionado por lo que ocurre en su grupo cerrado, anímelo a defenderse o a defender a otros niños que se sientan acosados o que sean expulsados del grupo. Indíquele que no participe en nada que le parezca incorrecto, sea hacer bromas o hablar a espaldas de alguien.
  • Asume la responsabilidad de tus propios actos. Fomente en su hijo la sensibilidad ante los demás, en vez de limitarse a dejarse llevar por grupo. Recuérdele que un amigo verdadero respeta sus opiniones, intereses y elecciones, por mucho que difieran de las suyas. Hágase eco de lo difícil que puede ser oponerse, pero que, en el fondo, todo niño es responsable de lo que dice y de lo que hace.

No se olvide de ofrecerle también una visión de conjunto o una perspectiva general. Por mucho que ahora le cueste abordar la cuestión de los grupos cerrados, las cosas pueden cambiar rápidamente. Lo más importante es hacer amigos verdaderos, personas en las que su hijo pueda confiar y con quienes se pueda reír. El verdadero secreto de ser "popular", en el sentido más real de la palabra, consiste en ser el tipo de amigo que a todo el mundo le gustaría tener: respetuoso, justo, comprensivo, afectuoso, fiable, leal y amable.

Fuente:
Kidshealth.org
Revisado por: Kathryn Hoffses, PhD
Fecha: julio de 2018

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