Adiós al Padre Carlos

Misa Exequial del Padre Baccioli

En la madrugada del 28 de julio de 2024 partió a la casa del señor el padre Carlos Baccioli quien fuera fundador de nuestra comunidad educativa y dirigió hasta el año 2002.
Vamos a compartir su despedida este lunes 29 de julio en la parroquia Santa Magdalena Sofia Barat de 9 a 11 de la mañana y a las 11 se celebrará la misa exequial con la presencia del obispo de Morón, Padre Jorge Vázquez. Nos unimos en acción de gracias por la vida y el ministerio del padre Carlos.

Quién era el padre Carlos Baccioli


por Florencia Arbeleche -ex alumna de nuestra comunidad-


Carlos Baccioli nació y se ordenó sacerdote en Italia, país al que solía regresar una vez al año. Además de la vocación religiosa, el padre Carlos había estudiado psicología y su pasión por la comunicación lo llevó a escribir para diversas publicaciones especializadas argentinas e italianas.


Había llegado al país de la mano de la congregación de los Oblatos y fue designado inicialmente párroco de Santa Rita de Cascia en la Ciudad de Buenos Aires. Luego fue llamado por el Obispado de Morón, donde permaneció hasta su muerte desarrollando una intensa actividad pastoral, pedagógica y cultural por la que será recordado eternamente.
La historia del mural de Soldi es quizás una de las postales que mejor reflejan la impronta que Baccioli quiso darle a su querida parroquia Sofía Barat, con un estilo disruptivo y muy moderno para la época que la convierten en un emblema de la arquitectura de la zona.



A principios de la década del 70, el artista Raúl Soldi y el padre Carlos Baccioli se encontraron en una reunión organizada por la revista Siete Días. Baccioli era colaborador de la publicación y el pintor se acercó para felicitarlo por sus artículos. El sacerdote, que no conocía personalmente al artista, pero admiraba su obra, creyó que su interlocutor era italiano porque el diálogo se desarrolló en ese idioma. Solo cuando Soldi le comentó que había estudiado en la Academia de Bellas Artes de Brera en Milán, cayó en la cuenta de quién se trataba. Sin pensarlo, como reacción motivada por la admiración que le profesaba, el padre Carlos formuló un pedido cuyo futuro no imaginó.
- El día que yo sea párroco de una iglesia, ¿usted me va a pintar como lo hizo en Glew?
- Decorarla totalmente, no, porque soy muy viejo, pero algo le voy a pintar, respondió Soldi.
En 1976, Monseñor Raspanti, entonces obispo de Morón, nombró a Baccioli presbístero párroco de Santa Magdalena Sofía Barat de Castelar y entonces el sacerdote -que para ese momento era párroco de Inmaculada de Castelar- recordó la promesa que le había hecho unos años antes el autor, entre otros, de la cúpula del Teatro Colón y de los famosos murales de la capilla de Glew. Baccioli llamó a Soldi, rememoró aquel pedido y obtuvo una respuesta afirmativa.
La consecuencia es un panel cerámico que ocupa más de 20 metros cuadrados de la pared ubicada tras el altar y que se conoce como “El mural escondido de Soldi”. Las placas fueron realizadas por el ceramista Miguel Quiereleison en su taller de Ituzaingó. El conjunto tiene el inconfundible estilo del autor, la estilizada figura de los ángeles, la suavidad casi etérea de los matices de color y un clima que expresa una espiritualidad envolvente. En uno de los extremos, la santa aparece rodeada por el paisaje de Joigny, Francia, su pueblo natal.
El mural fue inaugurado por el propio autor en 1983. Hasta su muerte, Soldi se acordó con afecto de la parroquia y de su gente. “Recuerdo con mucho cariño a Barat, puesto que allí me brindaron más afecto que en ningún otro lado”, decía Soldi.

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